PREGÓN ROCIERO

PREGÓN ROCIERO
Cuando mira la cigueña, al río, al coto y la viña,
desde su nido de leña, la hembra al macho le guiña.
Y se asustan sus polluelos, y se alborota la gente
y la amapola en el trigo, le dice al jaramago florío:
ya está la yunta impaciente, porque se acerca el Rocío.

La causa del duermevela, de aquel que a verla ha venío
del que le reza sin verla, del que siempre la ha querío.
Y es el Rocío el consuelo de la pena, la razón de la alegría
es libertad y cadena, del que a verla vino un día y ya no vive sin verla.

A partir de ese momentose empieza a respirar, el imaginario aroma del humo de los cohetes
que a la vez nos trae al recuerdo, los inolvidables momentos vividos en anteriores Rocíos.
Y el rOciero empieza a solear los botos, y a recordar alguna sevillana para el camino
en definitiva a destapar el cajón de los sueños.

Se solean los trajes de gitana, se baja del soberao la montura, las espuelas y los zahones.
se descuelga de la cabecera la vieja medalla, se le roba por un tiempo la gorra a la alcayata.
a la peinadora, se le pide prestada una estampa para el sombrero, se engrasan los ejes de la carreta
que duerme en las malvas de la era.

Se va sacando el caballo de la cuadra o el cerrao, se le da picadero a la bestia nueva y se pasea a caballo
por las vereas y carriles de un pueblo, que a partir de ahora empieza a oler a Rocío.
Al rociero comienza a latirle el corazón al compás de la flauta y el tamboril, mientras algo le dice que ha llegao la hora
de ir sacudiendo la manta.

Despierta compradre mío ve sacudiendo la manta
que la cigueña ha nacío y la cigarra ya canta
despierta compadre mío ve sacudiendo la manta.

Prepara to los avíos coge el cordón renegrío
y el vino pa la garganta, despierta compadre mío
ve sacudiendo la manta.
Que estoy nervioso perdío, que nos vamos al Rocío para rezar a sus plantas
despierta compadre mío ve sacudiendo la manta.

Un buen rociero
no es el que monta bien a caballo, o el que se pone bien el sombrero
hay tantas cosas bonitas pa sentirse rociero.
Una guitarra, un cante, una huella en el sendero
con que poco muchas veces, es feliz un rociero.

Hay quien no ha visto a la Virgen y se siente rociero
hay quien vive al lao del templo, mira que la tiene cerca
y no mira ni pa dentro cuando pasa por la puerta.
Hay quien tiene una medalla, o una estampa en el bolsillo
gastá de tanto besarla, que no se ve ni el Pastorcillo
y nunca estuvo a sus plantas, y nunca hizo el camino.

Rociero a tu manera, que cada persona es un mundo
respeta a todo el la quiera, al rico, al vagabundo
al que la tiene a su vera y al que la quiere en el fin del mundo.
Al que entra de rodillas, al que llega en un charrés
al de la jaca bonita al otro que nunca fue
al que le reza en la ermita y al que no reza también.

Una gorra y una bara traen algunos rocieros
uno viene de alpargatas, otro se queda en el pueblo.
uno entre bultos y criados a medio día se levanta
y otro se duerme en el llano tapao con una manta.


Hay quien se encierra en su casa, y tiene la mala suerte
de quererte en la distancia, sin poder venir a verte.
Uno es el carretero, otro presume en los bares de caballo y de sombrero
y otro no le cuenta a nadie,que se siente rociero.
El Rocio nunca tiene ni leyes ni reglamentos
es la fé lo que lo mueve, a golpes de sentimientos.

PALABRA DE PREGONERO, QUE HAY 20.000 RAZONES, PA SENTIRSE ROCIERO.
El Manué, guarda un secreto, en una nave escondío
siempre anda con el nieto, hablandole de el Rocío.
Le cuenta que elCoto era, terreno de carboneros
y han prohibío hasta las candelas, que encendían los romeros.

Se rumorea en el pueblo, que con el hijo ha reñío,
y to por llevarse al nieto, este año pa el Rocío.
Voy a bautizarlo con vino,le compraré un traje corto, unos botos y un sombrero
lo llevaré por el Coto, como siempre fué su abuelo.
Lo enseñaré a santiguarse, y a hincarse de rodillas cuando la tenga delante.
Ycomo un buen romero,que entre por esa ermita, derecho de cuerpo entero
Y entre tanta maravilla, ver que los ojos le brillan y decirle:
Hijo, quitaté el sombrero cuando estés bajo su techo; y con el sombrero en el pecho
lo acercaré hasta sus plantas y cuando la tenga cerca, te juro por lo que mas quiero
que lo monto en la carreta y me lo traigo de vuelta, si no se siente rociero.

El Manué, tiene un secreto, en una nave escondío
y yo le he sacao al nieto, que es algo del Rocío.
Hace tiempo que lo veo, segando por los arroyos
las matas de castañuelas, que no se come el ganao
los manojitos de junco, y las cañas por bazaos.
Qué secreto tendrá Manué, pa tenerlo tan guardao.

Acaso no es desconsuelo, pa mí que por verla muero, haber tenío cuatro hijos
y ninguno rociero.
No me riñas hijo mío, porque me lleve a mi nieto, este año pa el Rocío.

Una choza en un remolque, el Manué va pa el Rocío, una choza en un remolque
con su nieto ha revivío, aquel Rocío de entonces, que ya se había perdío.

Y el Manué trae en la choza, dos colchones en el suelo
una palangana blanca, una jaula y un jilguero;
una tinaja pa el agua y unos pocos tendederos, amarraos de caña a caña.
Un tambor, un costurero y diez cuelgas de chorizo, enganchás en el tendedero.
Dos vasos y una garrafa, pa convidar a los romeros.
Que el Manué no tiene na, por que es tan rociero, que lo que tiene lo da.

Y comienza el Rocío:
En la mente de to los rocieros, está latente el largo recorrido que hay del pueblo hasta su puerta, por eso los rocieros, cada uno a su manera
le reza y le pide fuerzas a la Virgen para ir desmenuzando los momentos del camino,
los buenos y los malos que también los tiene.
Cada año ira gente por primera vez, y no podrán dejar de ir nunca mas, otros irán y volverán diciendo una y no mas.
Y esta es la grandeza del Rocío, el que va, va por que quiere.
Más duro y triste es cuando un rociero sueña con irse y por lo que sea se tiene que quedar en el pueblo diciendo:
Ahora están embarcando, ahora están en las candelas,
ya están llegando a Palacio, ahora van a recojerla
ahora el bautizo con vino, te cuenta to lo que pasa
y aunque se queda en su casa, está haciendo el camino.

Noche de oración y cante:
la primera noche del camino, curamos las primeras sobaduras de los botos,
nos quitamos la gorra, nos soltamos los tirantes.
Le damos agua a los caballos, desenganchamos los bueyes de las carretas,
y las peregrinas descansan sus pies doloríos
mientras el carretero se santigua junto al Simpecao
y todo el mundo se prepara pa la primera noche en el camino.

Cuando la tarde se pierde y la claridad se aleja
una torcía de aceite arde en una candileja.
Y el Manué, el Manué trae en la choza mil detalles rocieros
una puntilla pa colgar la gorra, otra pa colga el sombrero.
Tiene un cantillo en la puerta, donde se cuenta el chiquillo cada vez que se despierta.
Y en el horcón de la choza, un cuadro descolorío, pa gritarle a todas horas
viva la virgen del Rocío, viva el pastorcito divino, viva la Blanca Paloma.

Se apaga la candileja y el Manué le dice al nieto, mientras que cuelga el sombrero
estos son los mandamientos para ser buen rociero:
El primero: no te hace falta sombrero pa querer a la Señora
si tu padre es rociero, traelo hasta última hora.
Es importante el segundo: aquí no vale el cinero, se puede ser vagabundo y ser el mejor rociero que haya nacío en el mundo.
Y por cumplir el tercero te ayuda y si hace falta de noche duerme en el suelo
y su carreta es tu casa. Ese, ese es un buen rociero.
El cuarto, es montarse en un caballo, tener los pies en el suelo
y no burlarse del llanto, de los buenos rocieros.
El quinto es el mas sencillo, de una bota en la marisma bautizar a los chiquillos y radiante de alegría, beberse el resto del vino.
El sexto tenlo presente, si esto no te gustara no critiques al que lo siente,
pa eso te quedas en tu casa que aquí lo que sobra es gente.
El septimo es el mas claro, son muy poco siete días pa medir a un rociero,
la fe es una romería que dura to el año entero.
El octavo: no vale que hayas venío y por ella te emborracharas,
a la Virgen del Rocío le gusta verte la cara.
El noveno es adorarla, el décimo venerarla. Y desandando el sendero
hacer cuentas pa tocarla. Ahí, ahí se ven los rocieros.

Amanece por primera vez, y se siente la sensación de estar haciendo el camino.
Nos despierta el resoplar de los caballos, que se asustan al ver como se mueven los primeros rocieros.
Yllega el momento de meter en los botos, los pies doloríos.
Se sacude la gorra, nos santiguamos ante el Simpecao y abrimos los ojos para contemplar un amanecer en el camino,
que sólo puede describir, el que amanece entre el embrujo de la acampada rociera.

PALABRA DE PREGONERO: QUE HAY 20.000 RAZONES, PA SENTIRSE ROCIERO.
En la noche de Palacio, murmura la gente,¿habeis visto a la rociera del vaquero?
esa que viene en silencio, sin hablar con los romeros.
El carretero ha contao, que cuando se acuesta la gente
se refugia del relente debajo del Simpecao.

La de la carita triste, la del pellizco en el pelo
esa que viene a su aire y no le gobierna nadie, entre la tierra y el cielo,
y repasa por las tardes, un rosario entre los dedos.
Que nadie la llame loca, porque rezando siempre se equivoca
ni porque venga a su bola,que nadie la llame loca porque viene hablando sola.

Viene a verse con un hombre, viene a pedirle a la Virgen.
Ysin saber porqué viene, va murmurando la gente, no tiene dueño ni leyes
y descansa solamente, cuando descansan los bueyes.
Ynadie sabe de sus entresijos; nada tiene, o tiene diez cortijos
ni su sentir rociero, bebe del mismo botijo donde bebe el carretero.

Nadie sabe porqué viene, ni eso le importa a nadie.
Esa que nunca se acuesta, y nunca duerme la siesta, ni canta ni bebe vino
si no sabes, no te metas en su mundo y su camino.
Yviene andando descalza desde el pueblo hasta su casa, cual no será su letargo
que no siente que se clava, las espinas de los cardos.

Aunque el Rocío no tiene, ni guias ni centinelas.
Le van buscando locuras,mil calumnias y amarguras, al Rocío que ella vive
sin confesarle ni al cura, lo que le cuenta a la Virgen.
¿La habrá dejao el mario? ¿se habrá enfadao con la madre? ¿tendrá un amor imposible?
y to el mundo quiere enterarse, lo que le cuenta a la Virgen.

Llevamos dos o tre dias de camino, y se nota en el rostro de los rocieros ese cansancio con gusto
esa alegria porque cada vez, la tenemos mas cerca.
Los caballos adormilados so vigilados por sus jinetes, mientras las mujeres y los chiquillos
procuran dar esa cabezadilla, intentando recuperar un rato de lo que anoche no se durmió.

Con apenas siete años, el chiquillo no se acuesta
se recoge en la carreta, porque le roba a la siesta
las cuentas de una libreta, que le ha mandao la maestra.
Y tiene pa recordarla, un puñao de medallas que el abuelo le ha traío,
y en cada libro una estampa, de la Virgen del Rocío.
Abuelo, dile al maestro que no le riña a mi madre, que yo vengo porque quiero.
Deja que le diga yo a tu padre, que este ha salío rociero.
¿LO VES? COMO HAY 20.000 RAZONES PA SENTIRSE ROCIERO.

Cuando llegas a la ermita, sientes la divina sensación, de andar por el paraiso.
Cuando te ves en la casa de la Virgen, sientes por dentro el lindo escalofrío de sentirte rociero.
Te rodea ese ambiente que alimenta la fé y la incertidumbre de qué hacer teniendola delante.
Uno llora, otro rie, otro reza, otro le habla, hay quien la mira en silencio, le piden, le ofrecen, llegan, se van....
Desde el viernes hasta el Domingo, cada uno estará viviendo el Rocío a su manera
y haciendole veredas a la Señora, de la carreta a su ermita.
En el corazón de la Virgen caben todos los rocieros, porque como buena madre sabe querer,comprender y perdonar
todos y cada uno de los extravíos de sus hijos.
Atodo el que valla a verla, la Blanca Paloma, le leerá la mirada y Ella será capaz de sacarle todo lo que lleve dentro.
El Domingo por la tarde, los corazones de todos los rocieros empiezan a latir mas fuerte, porque se acerca la hora de la verdad.
La noche del rosario, la madrugada del salto a la reja.
¡Que bonito¡ cuando las Hermandades se mueven por el Rocío, con el soniquete de sus flautas y sus tamboriles
impregnando el aire de ese Rocío que se vive.

Y TODAS LAS HERMANDADES REZAN EL ROSARIO
Almonte--Villamanrique-- Pilas y La Palma-- Moguer-- Sanlúcar de Barrameda y Triana-- Umbrete-- Coria-- Huelva-- San Juan del Puerto y Rociana-- Carrión-- Benacazón-- Trigueros-- Gines-- Jerez de la Frontera y Dos Hermanas-- Olivares-- Hinojos y detrás de Hinojos-- Bonares-- La Puebla del Río-- Bollullos par del Condado y Valverde del Camino. Gibraleón-- Espartinas-- Sanlúcar la Mayor-- Lucena del Puerto y Bollulos de la Mitación. Sevilla-- Huévar-- Aznalcazar-- El Puerto de Santa María-- Madrid y Punta Umbría. Puerto Real-- Barcelona-- Palos de la Frontera-- Emigrantes-- Paterna del Campo y Villanueva del Arisca.-----Lucena de Córdoba y Los Palacios-- Écija y Villarrasa-- Isla Cristina-- Bormujos-- Camas y Las Palmas de Gran Canaria.
Lebrija y la Linea de la Concepción-- Córdoba-- Rota-- Ayamonte y Villalba de Alcor. Granada-- Villafranco y Cabra-- Málaga-- Cádiz-- Puente Geil-- Jaen-- Castillo de Locubin-- Alcalá de Guadaira---- Algeciras-- Marbella y Tocina-- Gelbes-- Utrera-- Almería-- El Cerro del Águila-- Sevilla Sur-- Toledo y Almensilla.
Las Cabezas de San Juan-- San Juan de Aznalfarache y Fuengirola-- Ceuta-- Osuna-- Santiponce-- Valencia-- Mairena de Alcor y Carmona--- La Macarena-- Niebla-- La Caleta-- Priego de Córdoba-- Alcalá la Real-- Ronda-- Badajoz-- Bruselas-- Estepona y Escacena-- Alicante-- Alcalá de Henares-- Guadix-- Palma de Mallorca y del Aljarafe Mairena-- San Fernando-- Palomares del Rio-- Morón de la Frontera y Pozuelo de Alarcón.

Acaba el rosario y en el templo los Almonteños se empujan y se aguantan para no sacarla tan temprano, pero surge ¡la llamada de la madre!. A la hora que ella quiere, sus hijos Almonteños saltan la reja. La Virgen ya está en la calle para ir de casa en casa en lo que será la parte mas bonita y emotiva del Rocío. Todos la llaman y la llevan en volandas en el carñoso intento de tenerla cerca. Y después de varias horas la Blanca Paloma volverá al viejo nido, donde se posará hasta el año que viene.

Cuando la Virgen se recoge el rociero alimenta sus adentros con los ratitos vividos. Prepara la carreta para el camino de vuelta y comienza a desandar el camino. Empieza la cuenta atrás, los 3 días mas duros para un rociero, 3 días pensando en el Rocío que viene y alejándonos cada vez más del ladito de la Virgen.
Los pinos, el coto, la arena de los carrilles... nos abren de par en par los brazos para el camino de vuelta. Atrás queda la aldea con la Señora y con nosotros se vuelve el resquemor de dejarla y el recuerdo del sentir rociero. !Qué bien lo describe el poeta¡ bonito y triste el camino cuando se viene de vuelta.
Y la hermandad regresa al pueblo como la cigüeña a la torre, el marinero a su puerto o la golondrina al tendedero del patio para contemplar si todavía la espera el nido que ella dejó.
Las mujeres se arreglan un poco y se desmenuza el romero para regalar en la entrada donde, alertados por los zumbidos de los cohetes del regerso, los vecinos se asoman para recibir a los rocieros.
Se vuelve al pueblo y se tapa el cajón de los sueños, lleno de recuerdos y hermosos momentos vividos.
Se lavan los trajes de gitana, vuelven al soberao la montura, las espuelas y los zahones.
Se cuelga en la cabecera la vieja medalla, vuelve la gorra a la alcayata, ala peinadora la estampa prestada del sombrero y la carreta a las malvas de la era.
Vuelve el caballo a la cuadra o el cerrao mientras que en una alcayata imaginaria se cuelgan los recuerdos del Rocío. Las veces que la tuvimos cerca, si fuimos a verla o si nos vino a ver.
Y todas estas cosas, cada una en su alcayata, aguardaran un año entero hasta que otro pregonero, Señora venag a decirle a tu gente rociera que vayan sacudiendo la manta.
No me laves la gorra amor mío, no me sacudas la manta, que trae polvo del Rocío del que la yunta levanta, no me sacudas la manta que huele a pino y a vela, a humo de la candela, a fandango y a guitarra, por to lo que tu más quieras, no me sacudas la manta. Después te quedas dormío, sueñas nervioso perdío, otra vez con lo que falta, no me laves la gorra amor mío, no me sacudas la manta.